La fórmula clásica para que la salsa de tomate no quede con sabor agrio ni cause acidez es colocarle una cucharadita de azúcar, pero más efectiva es esta receta: agregue 1 o 2 cucharadas soperas de leche. Haga la prueba y verá que queda mejor.
Evite accidentes en la cocina • En la cocina hay muchos objetos potencialmente peligrosos, desde cuchillos hasta limpiadores a base de ácid...
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