Mantenimiento de pinceles y rodillos
En general, pinceles o rodillos no son descartables, sobre todo si usted los cuida como es necesario. Veamos cómo hacer para que siempre luzcan como nuevos.
Si van a ser usados al día siguiente, bastará con colocarlos dentro de recipientes con agua limpia, procurando que queden sin apoyar sus cerdas o fibras para que no se deformen. Para ello se deben suspender de los mangos, colgándolos de ganchos o varillas atravesadas en la boca de los frascos.
Cuando se decide a guardarlos por un tiempo más largo, es fundamental quitarles todo resto de pintura porque cuando se secan es imposible limpiarlos adecuadamente.
Escurrir la pintura aún fresca pasando una espátula o hacer esta operación con un peine grueso. Luego sumergirlo en líquido diluyente y exprímalo hasta que no quede resto de pintura.
Envuélvalo en papel de diario formando un paquete chato o cilindrico y átelo con hilo o una gomita
.
Si por casualidad, le quedó algo de pintura adherida, afloje la pintura seca sumergiendo las cerdas en diluyente y luego raspe con un cuchillo no muy afilado.
En general, pinceles o rodillos no son descartables, sobre todo si usted los cuida como es necesario. Veamos cómo hacer para que siempre luzcan como nuevos.
Si van a ser usados al día siguiente, bastará con colocarlos dentro de recipientes con agua limpia, procurando que queden sin apoyar sus cerdas o fibras para que no se deformen. Para ello se deben suspender de los mangos, colgándolos de ganchos o varillas atravesadas en la boca de los frascos.
Cuando se decide a guardarlos por un tiempo más largo, es fundamental quitarles todo resto de pintura porque cuando se secan es imposible limpiarlos adecuadamente.
Escurrir la pintura aún fresca pasando una espátula o hacer esta operación con un peine grueso. Luego sumergirlo en líquido diluyente y exprímalo hasta que no quede resto de pintura.
Envuélvalo en papel de diario formando un paquete chato o cilindrico y átelo con hilo o una gomita
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Si por casualidad, le quedó algo de pintura adherida, afloje la pintura seca sumergiendo las cerdas en diluyente y luego raspe con un cuchillo no muy afilado.
