Si se trata de un sofá, un diván, una butaca o una silla, los muelles estarán colocados sobre las cinchas, y se tendrá la precaución de observar y anotar el sitio de cada una de ellas, así como su buen estado para el caso de que fuera conveniente renovarlas.
Con aguja y cordel se cosen los muelles a las cinchas nuevas; para esta operación es preciso que el bramante sea delgado pero muy sólido. A continuación, los muelles son «izados», o sea atados por su parte superior con un cordel más grueso, cuyos extremos se fijarán con tachuelas a la madera para formar un conjunto homogéneo y elástico. La parte interior del asiento es recubierta con una tela de yute, sujeta con clavos cortos.
Las partes metálicas se limpian con petróleo y, una vez secas, se untan con aceite de linaza. El nuevo relleno completo es asegurado con los clavos largos y, puesto que éstos soportarán todo el peso, es necesario asegurarlos perfectamente.
El cordel que ha servido para efectuar el nuevo relleno se dispone en líneas paralelas y perpendiculares desde atrás hacia delante y de derecha a izquierda, reforzándolo después con líneas diagonales. Este bramante es fijado a las paredes del asiento o bien anudado a las partes metálicas (si las hay) cada vez que se une a ellas.
Una vez así renovado el relleno, se procederá a colocar la entretela y el nuevo tapizado, ya previamente cortados, sujetándolos con los clavitos de tapicero. Finalmente éstos se cubrirán con un galón decorativo, a tono, que deberá ser encolado con la cola para madera o bien sujeto con tachuelas decorativas.
Con aguja y cordel se cosen los muelles a las cinchas nuevas; para esta operación es preciso que el bramante sea delgado pero muy sólido. A continuación, los muelles son «izados», o sea atados por su parte superior con un cordel más grueso, cuyos extremos se fijarán con tachuelas a la madera para formar un conjunto homogéneo y elástico. La parte interior del asiento es recubierta con una tela de yute, sujeta con clavos cortos.
Las partes metálicas se limpian con petróleo y, una vez secas, se untan con aceite de linaza. El nuevo relleno completo es asegurado con los clavos largos y, puesto que éstos soportarán todo el peso, es necesario asegurarlos perfectamente.
El cordel que ha servido para efectuar el nuevo relleno se dispone en líneas paralelas y perpendiculares desde atrás hacia delante y de derecha a izquierda, reforzándolo después con líneas diagonales. Este bramante es fijado a las paredes del asiento o bien anudado a las partes metálicas (si las hay) cada vez que se une a ellas.
Una vez así renovado el relleno, se procederá a colocar la entretela y el nuevo tapizado, ya previamente cortados, sujetándolos con los clavitos de tapicero. Finalmente éstos se cubrirán con un galón decorativo, a tono, que deberá ser encolado con la cola para madera o bien sujeto con tachuelas decorativas.