Es prudente advertir, en primer lugar, que se trata de un trabajo bastante laborioso y minucioso, que requiere en consecuencia mucha habilidad manual y más paciencia todavía.
Materiales precisos:
Un pie de cabra (o en su defecto un formón), un martillo de tapicero y otro martillo pequeño, un par de alicates, un buen par de tijeras, un berbiquí manual o eléctrico, clavitos de tapicero, 100 gr de clavos rectos e igual cantidad de clavos curvados, chinchetas, muelles, crin animal o goma espuma, tela de cáñamo y tela de yute.
Procedimiento:
Es buena precaución, al iniciar la tarea, tomar nota de todas las operaciones que se vayan efectuando, en sus más pequeños detalles, ya que deberán repetirse en orden inverso al volver a montar el mueble.
Se empezará por quitar con gran cuidado los clavos decorativos y los galones que cubren los clavitos de tapicero, los cuales sujetan el viejo tapizado y a su vez deberán ser quitados con igual atención. Ya despegado el tapizado, usarlo como patrón para cortar el nuevo; es conveniente dar a este último un par de centímetros más por cada lado. Se repetirá la operación con la entretela, cortando otra nueva en el caso de que también precise renovación.
Quedará así al descubierto el relleno:
Si el sillón es antiguo, conviene dejar al descubierto la madera del asiento; el relleno del respaldo, generalmente más sólido y mejor conservado, quizá no sea necesario cambiarlo.
Una vez descubierta la madera, se limpia y pule. La base y las patas serán reforzadas por medio de pequeños ángulos de madera, que se untarán con cola de carpintero y se introducirán en las ranuras correspondientes por medio del martillo.
Se taparán todos los agujeros pertenecientes a los clavos anteriores para evitar que debiliten el mueble. Seguidamente, se pasa sobre la madera una muñeca con esencia de trementina mezclada con un poco de aceite de linaza.
Materiales precisos:
Un pie de cabra (o en su defecto un formón), un martillo de tapicero y otro martillo pequeño, un par de alicates, un buen par de tijeras, un berbiquí manual o eléctrico, clavitos de tapicero, 100 gr de clavos rectos e igual cantidad de clavos curvados, chinchetas, muelles, crin animal o goma espuma, tela de cáñamo y tela de yute.
Procedimiento:
Es buena precaución, al iniciar la tarea, tomar nota de todas las operaciones que se vayan efectuando, en sus más pequeños detalles, ya que deberán repetirse en orden inverso al volver a montar el mueble.
Se empezará por quitar con gran cuidado los clavos decorativos y los galones que cubren los clavitos de tapicero, los cuales sujetan el viejo tapizado y a su vez deberán ser quitados con igual atención. Ya despegado el tapizado, usarlo como patrón para cortar el nuevo; es conveniente dar a este último un par de centímetros más por cada lado. Se repetirá la operación con la entretela, cortando otra nueva en el caso de que también precise renovación.
Quedará así al descubierto el relleno:
Si el sillón es antiguo, conviene dejar al descubierto la madera del asiento; el relleno del respaldo, generalmente más sólido y mejor conservado, quizá no sea necesario cambiarlo.
Una vez descubierta la madera, se limpia y pule. La base y las patas serán reforzadas por medio de pequeños ángulos de madera, que se untarán con cola de carpintero y se introducirán en las ranuras correspondientes por medio del martillo.
Se taparán todos los agujeros pertenecientes a los clavos anteriores para evitar que debiliten el mueble. Seguidamente, se pasa sobre la madera una muñeca con esencia de trementina mezclada con un poco de aceite de linaza.