Entrada destacada

Accidentes en la cocina

Evite accidentes en la cocina • En la cocina hay muchos objetos potencialmente peligrosos, desde cuchillos hasta limpiadores a base de ácid...

Mostrando entradas con la etiqueta calefon. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta calefon. Mostrar todas las entradas

viernes, 5 de agosto de 2011

CALENTADOR DE AGUA


En muchas casas antiguas el agua caliente era suministrada bien por un circuito que pasaba por la caldera de la calefacción, o bien por un serpentín anexo a la cocina «económica». Naturalmente, cuando la calefacción o la cocina no estaban encendidas, no se disponía de agua caliente, excepto una cierta cantidad que quedaba almacenada en un depósito aislado, tipo termo.

Ahora, el ama de casa dispone de agua caliente al instante, a cualquier hora, gracias a los sistemas de calentadores eléctricos o a gas.

De los primeros hay dos tipos: el de depósito de reducida capacidad (3 a 10 litros) provisto de una resistencia eléctrica, que debe desconectarse una vez calentada el agua a la temperatura deseada. El otro tipo es de más capacidad (hasta de cien y más litros) y también va provisto de una resistencia eléctrica, pero además lleva un termostato que se encarga de desconectar aquélla cuando el agua ha llegado a la temperatura prevista (70 u 80°). Como este calentador va aislado, conserva mucho tiempo la temperatura, y cuando ésta baja, el termostato se encarga de volver a conectar la resistencia hasta elevar otra vez la temperatura del agua.

Más económico de consumo resulta el calentador a gas. En éste hay encendida una pequeña llama piloto. Cuando se abre el grifo del agua caliente, una membrana en el calentador abre la llave de paso del gas a los quemadores del calentador, que son encendidos por la llamita piloto. Al cerrarse el grifo, la membrana cierra la llave del gas, quedando sólo la llamita piloto, lista para el próximo servicio. La temperatura del agua puede graduarse a comodidad.