La enceradora libera al ama de casa je una de las tareas más fatigosas: el abrillantado de los pavimentos, ya sean de baldosa, linóleo o entarimado.
Sobre todo en éste, en el suelo recubierto de madera o parquet, es donde luce más el brillo que puede dar la cera bien extendida y pulida.
Para conseguirlo escogeremos una enceradora de empuñadura aislante, provista de un brazo oscilante, al final del cual hay el motor que acciona los dos o tres discos de que se compone. Es conveniente que pueda deslizarse por debajo de los muebles, y que lleve alrededor un reborde de goma para evitar las rayaduras. Algunas enceradoras llevan aspirador acoplado, que puede adaptarse a voluntad.
Los discos actúan sobre el pavimento, y en ellos se coloca primero unos cepillos circulares de cerda dura, para esparcir la cera líquida; luego se aplican otros cepillos de cerda más suave para el abrillantado, é el pulido final se consigue colocando bajo éstos unos discos de fieltro o de piel. Cuando hay que hacer una limpieza a fondo del pavimento, se colocan bajo los cepillos sendos discos de papel de lija y se pasan hasta que la madera queda limpia. Luego de pasar el aspirador hay que proceder a un nuevo encerado.
Los cepillos sucios se limpian dejándolos empapar de gasolina y luego frotándolos uno contra otro.
Sobre todo en éste, en el suelo recubierto de madera o parquet, es donde luce más el brillo que puede dar la cera bien extendida y pulida.
Para conseguirlo escogeremos una enceradora de empuñadura aislante, provista de un brazo oscilante, al final del cual hay el motor que acciona los dos o tres discos de que se compone. Es conveniente que pueda deslizarse por debajo de los muebles, y que lleve alrededor un reborde de goma para evitar las rayaduras. Algunas enceradoras llevan aspirador acoplado, que puede adaptarse a voluntad.
Los discos actúan sobre el pavimento, y en ellos se coloca primero unos cepillos circulares de cerda dura, para esparcir la cera líquida; luego se aplican otros cepillos de cerda más suave para el abrillantado, é el pulido final se consigue colocando bajo éstos unos discos de fieltro o de piel. Cuando hay que hacer una limpieza a fondo del pavimento, se colocan bajo los cepillos sendos discos de papel de lija y se pasan hasta que la madera queda limpia. Luego de pasar el aspirador hay que proceder a un nuevo encerado.
Los cepillos sucios se limpian dejándolos empapar de gasolina y luego frotándolos uno contra otro.