Abril es un mes ideal para sembrar distintas variedades de hortalizas como la acelga, el berro, la lechuga o la espinaca. Por ello, no solamente es indispensable preparar la tierra, sino también la manera de sembrar las semillas adecuadamente para que la huerta dé los resultados esperados.
La profundidad a que debe enterrarse la semilla es variable y depende de la calidad del terreno. En tierras arenosas puede sembrarse a mayor profundidad, mientras que en las compactas conviene colocarlas más superficialmente. Una vez que se haya efectuado la siembra se tapará la semilla, empleándose preferentemente el rastrillo, con lo cual se remueve suavemente la tierra teniendo cuidado en que las semillas no cambien de lugar.
Después de la siembra en almacigo, no debe olvidarse de dar un riego con regadera de flor fina y es conveniente cubrir la superficie trabajada con una pequeña capa de pasto. m Cuando las pequeñas hortalizas han adquirido cierto desarrollo, entre 4 o 5 hojas, se transplantan en los canteros con mucho cuidado, teniendo en cuenta que no deben tocarse las raíces.
