Con la llegada de la primavera queremos aprovechar al máximo los espacios libres. Por supuesto, nuestra primera mirada gira hacia el balcón, un poco despoblado después de los fríos días de invierno. Para ponerlo a tono con todos los colores de la primavera debemos tener en cuenta lo siguiente:
Remover periódicamente la tierra con suavidad para no dañar las raíces superficiales de las plantas.
Limpiar y extraer todas las hojas secas o dañadas de las plantas. m Comenzar a regar con abono líquino cada 15 días y prolongar este trabajo durante todo el verano.
Extraer las malezas de macetas para que no prosperen quitando fuerza a sus plantas.
Si la tierra de sus macetas se halla empobrecida, proceda a quitar la capa superior (dos o tres centímetros) y coloque tierra nueva. m Quitar las hojas de las plantas periódicamente para evitar la presencia de plagas y favorecer la aireación de las mismas.