Guerra contra las manchas
Aunque en los avisos de la televisión se muestran los poderes secretos de los detergentes modernos que acaban con cualquier tipo de mancha, en la intimidad de su hogar, cualquier ama de casa sabe que la lucha continúa. Un simple alimento o un elemento de uso cotidiano puede dejar su huella en la prenda preferida y, ni el más obstinado de los refregados, podrá acabar con ella. Una guía con consejos prácticos, ya probados por las abuelas, le permitirá encontrar soluciones rápidas y eficaces para cada caso:
Manchas de Aceite: es una de las manchas más comunes y rebeldes. Antes de pasar la prenda por el lavarropas se la debe impregnar con detergente para platos y, según la calidad de la tela, refregar, cepillar o simplemente frotar. En las telas de tapados conviene embeber el lugar manchado con solvente y absorberlo con un papel secante para evitar las aureolas. Recién después de este proceso se las puede lavar sin problemas.
Aunque en los avisos de la televisión se muestran los poderes secretos de los detergentes modernos que acaban con cualquier tipo de mancha, en la intimidad de su hogar, cualquier ama de casa sabe que la lucha continúa. Un simple alimento o un elemento de uso cotidiano puede dejar su huella en la prenda preferida y, ni el más obstinado de los refregados, podrá acabar con ella. Una guía con consejos prácticos, ya probados por las abuelas, le permitirá encontrar soluciones rápidas y eficaces para cada caso:
Manchas de Aceite: es una de las manchas más comunes y rebeldes. Antes de pasar la prenda por el lavarropas se la debe impregnar con detergente para platos y, según la calidad de la tela, refregar, cepillar o simplemente frotar. En las telas de tapados conviene embeber el lugar manchado con solvente y absorberlo con un papel secante para evitar las aureolas. Recién después de este proceso se las puede lavar sin problemas.