A la hora de elegir el tipo de piso para un ambiente de su casa, es importante que tenga en cuenta algunos datos fundamentales como, por ejemplo, su duración y mantenimiento. En esta nota le contamos todo sobre los pisos más usados.
CERAMICOS: La variedad de colores y diseños es muy extensa y, en general, vienen esmaltados. Son aplicables a cualquier tipo de ambiente, aunque lo ideal es adoptarlos para lugares tales como la cocina, comedores diarios y baños.
Es importante asesorarse antes de elegir el tipo de cerámica y el lugar donde se colocará, ya que algunas son de alto tránsito y están destinadas a ambientes de uso continuo, las de bajo tránsito, por el contrario, deben reservarse para aquellos ambientes de uso limitado.
Se limpian muy fácilmente con agua y jabón. No necesitan ser lustradas porque tienen brillo propio, aunque se puede realzar pasando una gamuza seca sobre la superficie.
VINILICOS; Son pisos que vienen en rollos y se instalan sobre el contrapiso o pisos de cerámica, pero nunca sobre madera. Antes de colocarlos es necesario nivelar y tratar la superficie con una sustancia antiporosa.
Es aislante acústico y, si se lo mantiene bien cuidado dura, aproximadamente, doce años en perfectas condiciones.
Se lava con agua tibia y detergente, y las manchas rebeldes se quitan con alguna emulsión para pisos a base de agua muy diluida. Deben barrerse con frecuencia, pero hay que evitar las ceras a base de solventes porque pueden estropearlo.
MADERA: Los más usados dentro de este material son el parquet clásico y el flotante. Si opta por el parquet clásico, elija una buena madera como, por ejemplo, el roble o el algarrobo que son más resistentes y no se deforman por acción de ciertos factores como la calefacción y la humedad.
Duran toda la vida y permiten realizar varios lijados.
Para eliminar la suciedad sólo es necesario pasar la escoba o un trapo seco y, si se mancha, un trapo húmedo sobre la zona. Lo ideal es encerarlo con ceras
en pasta a base de disolventes o, también líquidas. Otra opción es plastificario y olvidarse de las ceras: un trapo húmedo es suficiente para mantenerlo siempre limpio y brillante.
Por otro lado, el parquet flotante es un conjunto de tablas de 14 mm de espesor que se apoyan sobre una lámina de polietileno y que van ensambladas y pegadas entre sí.
Puede colocarlas usted misma y no necesitan ser lijadas ni barnizadas.
Se lavan con un trapo húmedo y duran entre diez y veinte años
CERAMICOS: La variedad de colores y diseños es muy extensa y, en general, vienen esmaltados. Son aplicables a cualquier tipo de ambiente, aunque lo ideal es adoptarlos para lugares tales como la cocina, comedores diarios y baños.
Es importante asesorarse antes de elegir el tipo de cerámica y el lugar donde se colocará, ya que algunas son de alto tránsito y están destinadas a ambientes de uso continuo, las de bajo tránsito, por el contrario, deben reservarse para aquellos ambientes de uso limitado.
Se limpian muy fácilmente con agua y jabón. No necesitan ser lustradas porque tienen brillo propio, aunque se puede realzar pasando una gamuza seca sobre la superficie.
VINILICOS; Son pisos que vienen en rollos y se instalan sobre el contrapiso o pisos de cerámica, pero nunca sobre madera. Antes de colocarlos es necesario nivelar y tratar la superficie con una sustancia antiporosa.
Es aislante acústico y, si se lo mantiene bien cuidado dura, aproximadamente, doce años en perfectas condiciones.
Se lava con agua tibia y detergente, y las manchas rebeldes se quitan con alguna emulsión para pisos a base de agua muy diluida. Deben barrerse con frecuencia, pero hay que evitar las ceras a base de solventes porque pueden estropearlo.
MADERA: Los más usados dentro de este material son el parquet clásico y el flotante. Si opta por el parquet clásico, elija una buena madera como, por ejemplo, el roble o el algarrobo que son más resistentes y no se deforman por acción de ciertos factores como la calefacción y la humedad.
Duran toda la vida y permiten realizar varios lijados.
Para eliminar la suciedad sólo es necesario pasar la escoba o un trapo seco y, si se mancha, un trapo húmedo sobre la zona. Lo ideal es encerarlo con ceras
en pasta a base de disolventes o, también líquidas. Otra opción es plastificario y olvidarse de las ceras: un trapo húmedo es suficiente para mantenerlo siempre limpio y brillante.
Por otro lado, el parquet flotante es un conjunto de tablas de 14 mm de espesor que se apoyan sobre una lámina de polietileno y que van ensambladas y pegadas entre sí.
Puede colocarlas usted misma y no necesitan ser lijadas ni barnizadas.
Se lavan con un trapo húmedo y duran entre diez y veinte años