Con un toque de rosa
No puede negarse que este color pone una nota de alegría y distinción en cualquier ambiente en el que se introduzca...
Dentro de un salón totalmente blanco y mezclado con madera natural... el rosa "acapara" los principales puntos focales de este bello interior. Con él se tapizan los sofás y, combinándolos a rayas y en estampado de flores, se fabrican también los cojines y el doble mantel de la mesita redonda auxiliar.
También el largo banco de madera colocado frente al ventanal se ha pintado de rosa. En una mezcla semiecléctica se han hecho confluir diferentes estilos: rústico, antiguo y moderno. Cada uno destaca por sí solo y el rosa les sirve de "enlace". Los adornos, pocos y de mucha calidad. Muchas macetas con flores y como contraste, una original mesa baja con un acabado especial de diseño geométrico.
Al fondo, el área del comedor luce muebles nobles y de estilo y una bonita colección de platos de porcelana. La luz entra sin impedimentos; para ello no se han colocado cortinas... ¡y el etecto es deslumbrante y acogedor!
No puede negarse que este color pone una nota de alegría y distinción en cualquier ambiente en el que se introduzca...
Dentro de un salón totalmente blanco y mezclado con madera natural... el rosa "acapara" los principales puntos focales de este bello interior. Con él se tapizan los sofás y, combinándolos a rayas y en estampado de flores, se fabrican también los cojines y el doble mantel de la mesita redonda auxiliar.
También el largo banco de madera colocado frente al ventanal se ha pintado de rosa. En una mezcla semiecléctica se han hecho confluir diferentes estilos: rústico, antiguo y moderno. Cada uno destaca por sí solo y el rosa les sirve de "enlace". Los adornos, pocos y de mucha calidad. Muchas macetas con flores y como contraste, una original mesa baja con un acabado especial de diseño geométrico.
Al fondo, el área del comedor luce muebles nobles y de estilo y una bonita colección de platos de porcelana. La luz entra sin impedimentos; para ello no se han colocado cortinas... ¡y el etecto es deslumbrante y acogedor!
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