Respecto al uso de las herramientas, una buena costumbre es destinarles un lugar fijo donde guardarlas a todas juntas. No importa si al principio ese lugar es una caja de zapatos, una bolsa o simplemente un rincón en el placard o la alacena de la cocina, lo importante es poder acceder a ellas sin demoras en el momento que se les precisa.
Algunos elementos comunes en toda casa, como tijeras de punta aguda, limas de uñas, cuchillos, pinzas de depilar, pueden resultar auxiliares útiles para realizar algún trabajo; conviene también destinarlos a ser usados como herramientas y guardarlos junto a las otras. Cuando el número de herramientas crece (algo habitual si el gusto por la actividad "prende"), lo ideal es fabricarse un tablero de madera donde colgarlas, dado que el apretujamiento en una caja o bolsa produce roces que las dañan poco a poco.
Contando con los elementos necesarios, la tarea de arreglar las averías más simples que sufren los artefactos hogareños resulta bastante sencilla. Si a esto le sumamos un poco de voluntad y vamos acopiando instrucciones claras sobre algunos detalles técnicos, sin necesidad de habilidades extraordinarias, podemos defender nosotros mismos ese reducto de tranquilidad que la agitada vida de nuestros días, aún nos reserva en casa.
Algunos elementos comunes en toda casa, como tijeras de punta aguda, limas de uñas, cuchillos, pinzas de depilar, pueden resultar auxiliares útiles para realizar algún trabajo; conviene también destinarlos a ser usados como herramientas y guardarlos junto a las otras. Cuando el número de herramientas crece (algo habitual si el gusto por la actividad "prende"), lo ideal es fabricarse un tablero de madera donde colgarlas, dado que el apretujamiento en una caja o bolsa produce roces que las dañan poco a poco.
Contando con los elementos necesarios, la tarea de arreglar las averías más simples que sufren los artefactos hogareños resulta bastante sencilla. Si a esto le sumamos un poco de voluntad y vamos acopiando instrucciones claras sobre algunos detalles técnicos, sin necesidad de habilidades extraordinarias, podemos defender nosotros mismos ese reducto de tranquilidad que la agitada vida de nuestros días, aún nos reserva en casa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario