Ya no se trata de un televisor que se apaga solo, o de un microondas que descongela según el peso. La nueva generación de aparatos del hogar supera los relatos de ciencia ficción.
Tras varios años de investigación, los científicos de tres superpotencias -Estados Unidos, Gran Bretaña y Japón- están poniendo a punto todo tipo de artefactos para el hogar que, aunque no poseen cerebro ni capacidad para discernir, su "autonomía " será comandada por una práctica computadora.
El famoso, y pionero en estas lides, Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), ha diseñado una cocina de última generación cuyo cerebro electrónico permite solucionar cualquier contratiempo gastronómico. Por ejemplo, si un aprendiz de Chef decide hacer cazuela de mariscos y no sabe demasiado bien cómo, este hacendoso ordenador culinario, que tendrá voz, le irá diciendo la cantidad de arroz necesaria, el tiempo de cocción de los frutos de mar y hasta que no se olvide de agregar ese sabroso e irremplazable toque final que le da el pimentón.
La tarea del cocinero de turno se limitará sólo a hacer caso a las indicaciones. Y no conformes con este maravilloso invento, los investigadores del MIT, ya están realizando la fase final de una máquina de café que, programándola a una determinada hora, preparará un exquisito desayuno listo para beber, al que solamente habrá que agregarle un chorrito de leche "a piacere".
Tras varios años de investigación, los científicos de tres superpotencias -Estados Unidos, Gran Bretaña y Japón- están poniendo a punto todo tipo de artefactos para el hogar que, aunque no poseen cerebro ni capacidad para discernir, su "autonomía " será comandada por una práctica computadora.
El famoso, y pionero en estas lides, Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), ha diseñado una cocina de última generación cuyo cerebro electrónico permite solucionar cualquier contratiempo gastronómico. Por ejemplo, si un aprendiz de Chef decide hacer cazuela de mariscos y no sabe demasiado bien cómo, este hacendoso ordenador culinario, que tendrá voz, le irá diciendo la cantidad de arroz necesaria, el tiempo de cocción de los frutos de mar y hasta que no se olvide de agregar ese sabroso e irremplazable toque final que le da el pimentón.
La tarea del cocinero de turno se limitará sólo a hacer caso a las indicaciones. Y no conformes con este maravilloso invento, los investigadores del MIT, ya están realizando la fase final de una máquina de café que, programándola a una determinada hora, preparará un exquisito desayuno listo para beber, al que solamente habrá que agregarle un chorrito de leche "a piacere".
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