Déjame ver cómo tienes tus armarios y te diré qué tal ama de casa eres". Es cierto: las virtudes de la mujer de su hogar se manifiestan en su manera de ordenar el guardarropa de la familia. Pero, tanto si son ordenadas como desordenadas, todas las mujeres tienen un deseo: poseer un armario donde jiardar los trajes, los accesorios, la ropa blanca y, si es posible, todo lo necesario para coser y planchar.
LAS PARTES DEL ARMARIO
Entre todos los tipos de armario guardarropa, ¿cuál es el más práctico? Sin duda el que tiene muchos espacios, 60 centímetros de profundidad y una altura hasta el cielo raso. Este armario ideal debe estar formado por una parte inferior que mida 180 centímetros de alto, y una superior que ocupe lo que falta hasta el cielo raso, o sea unos 100 a 130 centímetros.
Si un día u otro queremos comprar uno de estos armarios o esperamos hacérnoslo construir, ¿cómo habrá que subdividirlo para aprovechar su capacidad hasta el máximo? Examinemos, por ejemplo, un armario de cinco puertas, grande, pero no enorme: es decir, adecuado para una familia corriente.
LA PARTE SUPERIOR
El sector superior constará de tres partes:
— la primera, que corresponde a dos puertas, estará dividida horizontalmente por un estante y contendrá la ropa blanca de cama (sábanas, fundas, colchas, etc.);
— la segunda, del ancho de una puerta, estará asimismo dividida por un estante, y en ella colocaremos mantas de lana y mantas acolchadas;
— la tercera, correspondiente a las otras dos puertas, estará provista de un barrote del que se colgarán las chaquetas, faldas y pantalones que sólo se usan esporádicamente.
Accesorios menores: medias, cinrurones, gucntes, collares, etc.
LA PARTE INFERIOR
La parte inferior del armario será la de mayor amplitud: a las dos primeras puertas (izquierda) corresponderá un espacio alto para colgar abrigos, pantalones (en toda su longitud, con perchas de pinza), trajes femeninos, etc. En el cajón de abajo se guardará la ropa blanca fuera de estación.
A la puerta central corresponderán: un espacio superior y uno o dos inferiores más bien altos, para guardar, respectivamente, sombreros y bolsos de mano; en el centro, una serie de cajoncitos para la ropa interior, pañuelos, camisas, etc.
Un detalle muy útil es que estos cajones tengan la parte anterior de vidrio, para ver su contenido sin necesidad de abrirlos.
Las dos últimas puertas (derecha) se abrirán sobre un espacio donde se colgarán chaquetas, faldas, blusas, etc.; debajo habrá cuatro cajones para los accesorios más pequeños (medias, cinturones, guantes) y dos o tres cajones para prendas tejidas, camisetas, etc.