Accidentes cocina

Accidentes en la cocina

En la cocina hay muchos objetos peligrosos potencialmente, aunque no se les dé mucha importancia. Algunos consejos prácticos ayudan a evitar el riesgo de accidentes.

Existen mil pequeños detalles, algunos tan obvios que corren el riesgo de no tomarse en cuenta, que ayudan a evitar accidentes en la cocina, ese perímetro tan frecuentado e importante donde principalmente los niños y las amas de casa pueden correr el riesgo de accidentarse y, a veces, de gravedad. Pero existen consejos que es bueno poner en práctica.

Por ejemplo:

• Si su cabello es largo, hágase un moño en lo alto y préndalo hacia atrás mientras cocina. Recuerde que la cabellera larga es muy propicia para encenderse con las llamas.

• Si lleva puesta una prenda de mangas largas, enróllelas.

• Limpie en el acto cualquier sustancia que se derrame en el piso de la cocina.

Ventanas de acero y aluminio

Los marcos de estos metales pueden mantenerse siempre en perfectas condiciones a pesar del paso del tiempo. Es cuestión de hacer un mantenimiento básico y periódico. En el caso de los marcos de acero habrá que prestar mayor atención a las bisagras y a los cantos, que suelen oxidarse.

El primer paso para dejarlos impecables será chequear el estado de la masilla de la parte externa; siesta cuarteada o reseca deberá removerla, pasar una mano de antióxido y colocar una nueva masilla. Entonces sí, podrá cubrir las zonas oxidadas con un poco de pintura antióxido, dejar secar y dar una o dos manos de pintura para exteriores del tono que prefiera.

Además, recuerde engrasar las bisagras con una gota de aceite del que se utiliza para la aceitar la máquina de coser, siempre tratando de que no llegue a tocar el perno. Por otro lado, las ventanas de aluminio no requieren ese tipo de mantenimiento, pero sí un control de los carriles, en el caso de las corredizas. Para lograr que corran con facilidad conviene aplicar cera para pisos.

Tenga en cuenta que si usted vive en un lugar cercano al mar es probable que el aluminio se pique, lo que podrá evitar protegiendo el material con cera para autos. Si ya está picado, limpíelo con lana de acero.

Cómo elegir un buen colchón

En la elección del colchón no es importante solamente la marca, porque dentro del mismo rango de calidad hay opciones distintas que tenemos que examinar antes de decidirnos por uno. Los tradicionales colchones de lana tienden a hundirse en los lugares donde nuestro cuerpo es más duro, como en el área de las caderas y de los hombros.

Los colchones de espuma de alta densidad tienen precios razonables y brindan un soporte firme, que no se hunde y se adapta a la forma de su cuerpo. Uno de los defectos que le achacan es que, al no tener válvulas de aireación, en verano suelen resultar calientes, pero los más elegidos hoy en día son los de resortes. Sus virtudes son varias: mantienen la forma, se adaptan al cuerpo, son cómodos desde el primer día y se mantienen frescos y aireados. Una opción más excéntrica es una cama de aire. Algunos modelos vienen con una bomba eléctrica que ajusta la presión en cuatro puntos del cuerpo.

No tenga prurito en probar el colchón antes de comprarlo. Esto quiere decir, estar recostada entre cinco y diez minutos como mínimo. Si el vendedor no considera que es una buena idea cambie de negocio.

Las antiguas texturas de paredes

El salpicré, el gotelé y demás texturas de yeso aplicadas sobre las paredes hicieron furor durante muchísimo tiempo, pero lo cierto es que hoy fueron reemplazadas por otras que más que jugar con los materiales apuestan al color, pero, ahora, la pregunta es ¿cómo se puede quitar esta vieja textura de las paredes?

Existen dos maneras: la primera es llamando a un profesional que cubra la textura hasta igualar la superficie; la otra, quitar usted misma la textura existente. En este último caso, lo primero que hay que hacer es ver qué tipo de acabado tiene la pared; es decir, si está pintado o no. Si tiene una capa de color o de barniz, lo mejor será que aplique primero con una brocha o con un rodillo algún producto químico disolvente o un decapante a fin de ablandar el material.

Una vez que el producto haya actuado podrá limpiar la superficie con una espátula. Si, en cambio, la textura no tiene ningún acabado extra podrá quitar el efecto a fuerza de espátula o, mejor aún, pasar una desempapeladora a vapor caliente para que la pared se humedezca. Después de este proceso el rasqueteado será mucho más sencillo.

Colchonetas con bolsas del súper

Luego de hacer las compras de comestibles, nos quedamos con una gran cantidad de bolsitas de polietileno de más. Guárdelas en una caja y, cuando tenga una cantidad suficiente, utilícelas para armar una colchoneta para su gatito o su perro, rellenando con ellas una funda de almohada en desuso. Es un material muy duradero.

Mesada pulida

Las mesadas de mármol lucen muy bien cuando la piedra brilla. Si ya tiene unos años, pruebe con este pulido para que quede como nueva. Coloque un puñado de sal sobre ella y frótela con un paño húmedo. Luego, enjuagúela y sequela con un paño de algodón.

Acero inoxidable limpio

Las cacerolas de este material presentan problemas para limpiarlas sin que se rallen cuando la comida se quemó y está pegada a la base. Llene la olla con agua y déjela hasta el día siguiente. Tire el agua y coloque la cacerola al Sol. De esta manera, todo lo quemado se despegará sin el peligro de que se ralle.

Esponja rendidora

Con una bolsita de red (en las que vienen las papas y las cebollas) se puede confeccionar una esponja muy práctica. Basta con envolver medio pan de jabón en la bolsa y sujetarla con unas puntadas. Es perfecta para la cocina.

Botones que no se salen

Más vale prevenir... Antes de estrenar cada prenda, refuerce los botones para que no se pierdan. Opte por una solución moderna: pinte la costura con esmalte para las uñas transparente. En el caso de las prendas de los niños puede coser los botones con hilo dental. ¡Nunca se romperá!